La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita,
tiene muchos defectos dice mi madre
y demasiados huesos dice mi padre
pero ella es más verdad que el pan y la tierra,
mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
la mujer que yo quiero no necesita
deshojar cada noche una margarita
la mujer que yo quiero es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa,
con ella quieren dármela mis amigos
y se amargan la vida mis enemigos...
porque sin querer tú te envuelve su arrullo
y contra su calor se pierde el orgullo ... y la vergüenza
La mujer que yo quiero es fruta jugosa
madurando feliz dulce y vanidosa
la mujer que yo quiero me ató a su yunta
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con vos de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios
son todos suyos mis compañeros de antes:
mi perro mi scalextrix y mis amantes
pobre juanito
la mujer que yo quiero
me ató a su yunta
pero por favor no se lo digas nunca...
pero por favor no se lo digas nunca...
viernes, 30 de enero de 2009
La mujer que yo quiero, Serrat, comprensión profunda
Etiquetas:
aceptación,
amor,
defectos apreciables y valorables,
maduración,
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sojuzgamiento
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