lunes, 8 de diciembre de 2008

Cambio de rumbo, otra vez intensidad.


Algo que decir.


Hace tiempo que estoy ausente.

He estado haciendo cosas trascendentales para mí.

La dimensión es proporcional a mí, nada "guauuuu". Pero muy energizante. Compartir con seres queridos, bregar con las mismas intenciones.


Fueron vivencias muy valiosas compartiendo con amigos reencuentros.

Reviviendo experiencias. Calafateando los espíritus para seguir navegando o salir a navegar.

Participando en el casamiento de mi hija, con alegría, espontaneidad y algo payasesco.


He seguido participando en mis talleres de escritura, con cuentos y literaturas propias y ajenas.

He participado en reuniones con grupos de escritura, incluso despidiendo el curso y el año, como pasa en estas fechas.

Hemos reunido informaciones de compañeros como para continuar en contacto,

pero algunas de las experiencias en este sentido me han demostrado una vez más la dificultad de lograr una comunicación habitual con las personas.

Entre otras cosas si las personas no tienen costumbre de mantener comunicación habitual salvo con personas de su relación.


Podés proponerles comunicación, que participen,

que se sientan integradas a un grupo que puede tener relación con sus intereses

pero luego son ellos mismos que se mantienen dentro de sus rutinas naturales de comunicación:

con una amiga de toda la vida sí, con un profesional de la misma actividad sí, con su mamá o papá sí, con quienes vas al cine en fin de semana sí,

pero que se abran a una nueva rutina temática (de acuerdo a una nueva propuesta) es difícil.


Parecería sorprendente a algunos,

pero a otros ni siquiera les pasa por la cabeza ni evaluar lo que comento.

Continúan con sus rutinas y costumbres, con sus números aprendidos a los que llaman, con sus habituales direcciones de mail a los que se comunican.


El nombre de este blog de algún modo se origina en el deseo de ser útil para alguien, compartir experiencias entre nosotros.

Para quien quiera comunicarse, para quien quiera compartir, para quien busque una oreja (o modo de comunicarse) que le escuche sus necesidades.


A veces el modo más fácil que aportar noticias, novedades, escritos es obtener los recursos de la red: otros sitios, periódicos, sitios de imágenes, textos publicados, etc.

Pero un poco se pierde el sentido de la participación personal:


  • aportar lo que uno siente,

  • lo que te ha sucedido,

  • lo que te movilizó,

  • lo que pasó por tu fantasía

Y este es un poco el sentido de la trascendencia personal: narrar lo de uno.


De este modo uno comienza a transparentarse, imprimirse con sus vivencias en el blog.


La alegría en mi vida...

Por la alegría he vivido, por la alegría muero.
Que la tristeza nunca sea unida a mi nombre.
Julius Fucik (compositor húngaro)