sábado, 20 de diciembre de 2008

carta a mi amigo quien me propuso mirar otras realidades a las que no miramos.

Amigo, un abrazo fraterno te envío.

Esta es la lucha cotidiana para intentar rescatar lo que está frente a nosotros en la vida cotidiana.

Aún los limpiavidrios de las paradas en el semáforo que con ilusión y casi siempre sin resentimiento apelan a tarea ímproba, solitaria, irrespetuosa: "tengo que sobrevivir" es su consigna...

El domingo pasado volvíamos a casa con Silvia y estaba un tipo en una esquina (Bulnes y Díaz Vélez) al atardecer con sus pequeños adminículos.

Mientras él caminaba entre los autos su mujer con su bebé le hacían el aguante en la vereda.

Estaban solos ellos tres y parecía como si el mensaje fuera: "saqué a mi mujer a pasar la tarde" y mientras él pelaba las pocas monedas que le daban, ella se mantenía humilde y compañera en aquella vereda.

No tenían para nada aspecto de villeros y yo adivinaba que eran una familia del barrio "mejorando su suerte".

La suerte está echada!

Aquí andamos por la vida, muchas veces con nuestra solitaria vida, como son la mayoría de los trabajos y tareas que tenemos que realizar,

esperando innumerables horas hasta que aparezca "el cliente del día".

Nuestra responsabilidad es nuestra propia dignidad,

de traer algo para los garbanzos de algún recuerdo de puchero y de seguir bregando sin saber qué mejor cosa hacer, en tanto laboramos casi como autómatas de realizar estas tareas... esperando que la suerte cambie, que los vientos cambien (como se decía en una frase marinera).

Decía una frase: si las cosas te van mal, no sigas haciendo lo mismo!

Y las duras preguntas son

¿quién detiene a la realidad mientras yo busco otra cosa para hacer y cumplo con mis compromisos monetarios y familiares?

¿quién le dice a la realidad que me espere mientras me capacito para realizar una nueva tarea?

¿o me vuelvo un inversor exitoso, con dinero que no tengo?

Salud! Para mi amigo que la pelea.

carta a una amiga colombiana sobre la publicidad en las cervezas

Aquí en Argentina hacen publicidades de Cervezas tan malas, pero tan malas que da ganas de escribir a las empresas pidiendo que cambien de agencia de publicidad.

Todo es mensaje institucional, sin esta picardía y descolocadoras situaciones.

Éstas (cerveza Hahn) no te las olvidás fácilmente: quedás atado a la energía de las imágenes.

Cómo se llama tu cerveza preferida?

Aquí bebemos prioritariamente Quilmes.

La fábrica que la produce está ubicada en esa localidad en la Provincia de Buenos Aires a menos de 30 km de nuestra capital, hacia el sur.

El nombre de la localidad se origina en un pueblo indígena que vivía en las estribaciones de la Cordillera de los Andes, aprox.a 1500 km de ella. Y surgió la denominación de la Ciudad de la violencia de transladar a este pueblo belicoso, desde su asentamiento natural hasta aquí, erradicándolo de su entorno, sometiendo a los indígenas a vejámenes y hacerlos venir caminando desde su territorio a este nuevo enclave.

Son de esas cosas en que tenemos frente a nuestra vista, en lo cotidiano, un recordatorio de alguna salvajada que cometimos como comunidad.

Por suerte no estuve en esas épocas ni soy responsable, pero es eso de lo contrario de los homenajes y festividades. ¿te acordás del "Día de la Raza"? Mi abuelo era español de Galicia y con ellos festejábamos el Día de la Raza.

Con la alegría del Descubrimiento de América que había servido para que tantos pueblos, inmigrantes, tuviéramos nuevas oportunidades.

En la actualidad, tantas cosas son revisionismo, cuestionamientos, materialismo dialéctico, búsqueda de responsables y culpables... Yo no veo que los que buscan culpables, en reconocimiento a su respeto contra los genocidios decidan dejar sus hogares, sus barrios y entornos, para volverse a Europa avergonzados.

En nuestro país más del 50% de la población - por portación de apellido - son de origen italiano... en mayoría ocupan los puestos públicos, no solucionan nuestros problemas de fondo, ni muchos de los cotidianos y sin embargo siguen teniendo esa actitud de acusar a las raíces españolas de todo lo que aún sucede en el país. ¡Glup! diría una escritora y columnista muy popular aquí. Parece irreversible seguir conviviendo con la imbecilidad de lo irresoluble, en tanto y en cuanto nos regodeamos en nuestros lodos y miserias. Dicen que Colombia es uno de los pueblos (comunidad como nación) en que están el mayor porcentaje de personas felices... seguramente ven la vida con otros ojos. Salve tu gente. Cariños Rafa